Artículos Ergonomía Laboral
Los 16 errores más frecuentes en la evaluación del riesgo por movimientos repetitivos
- 15 julio, 2024
- Publicado por: CENEA
- Categoría: BLOG
Antes de explicarte los 16 errores que habitualmente se comenten cuando se evalúan riesgos por trabajo (movimiento) repetitivo de extremidades superiores, déjanos hacerte un pequeño resumen de dos artículos que, si aún no lo has hecho te aconsejamos leer antes que éste.
Iniciamos esta serie de artículos hablándote del impacto tiene no hacer la evaluación de riesgos por movimientos repetitivos de extremidades superiores. Con datos contrastados te contábamos que las lesiones por trabajo repetitivo son: una gran amenaza para el buen desarrollo empresarial.
Continuamos explicándote qué debes saber para evaluar los riesgos por movimientos repetitivos en un puesto. Este es un artículo fundamental, pues nuestra experiencia como consultores de Ergonomía nos indica que son muchos los profesionales vinculados a la salud ocupacional que tienen grandes dudas a la hora de evaluar los riegos ergonómicos por trabajos repetitivos en puestos de trabajo.
Hoy, asumiendo que los dos puntos anteriores ya los tienes claros, te hablaremos de estos errores tan habituales como nefastos, con el objetivo de que al leerlos los evites.
¡Toma buena nota de ellos!
Errores en la evaluación de riesgos por movimientos repetitivos
No identificar el peligro ergonómico, y por tanto, no identificar la necesidad de evaluar el riesgo ergonómico
De este tema hemos hablado en varias veces, pero volvemos a recordártelo e incluirlo en esta lista pues también se genera este tipo de error cuando ya se ha realizado una evaluación de riesgo relacionado con ergonomía; por ejemplo, sobre manipulación manual de cargas.
El hecho que se esté manipulando manualmente cargas no quiere decir que no pueda haber riesgo por trabajo repetitivo en extremidades superiores; así que recuerda que será necesario que se evalúen ambos riesgos para saberlo con certeza
Evaluar el riesgo por trabajo repetitivo de una tarea, y no el de los trabajadores
El riesgo por trabajo repetitivo viene derivado de la posibilidad de sufrir un daño debido a la exposición. Una tarea no determina el riesgo, si no el uso que se hace de las extremidades superiores a lo largo del día, considerando todas las tareas y actividades que se realizan.
Determinar en cuánto tiempo se puede realizar una tarea
Siguiendo el argumento anterior, no es posible concluir durante cuánto tiempo se puede realizar una tarea para no tener riesgo de trastornos musculoesqueléticos. El riesgo de las personas dependerá de todas las tareas que realizan a lo largo del día.
¿Qué más hacen?
Por ejemplo, se pueden realizar varias tareas ligeras y alguna intensa y que, al final del día, la dosis de exigencia biomecánica sea excesiva.
Infravalorar la frecuencia de movimientos repetitivos
La frecuencia de movimientos es uno de los factores de riesgo a considerar. Para valorarlo es necesario determinar el número de acciones técnicas por minuto.
Uno de los errores frecuentes es omitir acciones o incluso, considerar que una acción técnica equivale con una operación, y otra práctica errónea, especialmente en las empresas donde se práctica métodos y tiempos (MTM), es hacer la equivalencia de acción técnica con elemento de MTM.
Imprecisión en el tiempo expuesto a posturas o movimientos forzados
Para valorar cuánto tiempo se está realizando una postura o movimiento forzado con una articulación, es necesario filmar la actividad y determinar la duración de cada postura forzada, editando el vídeo a cámara muy lenta.
A veces, incluso, es necesario avanzar en la visualización foto a foto.
Esto es un trabajo muy laborioso y, es bastante habitual que, por falta de tiempo, se valora de forma muy imprecisa el tiempo de exposición a las diferentes posturas.
¿Realiza desviación ulnar o radial? ¿y flexión o extensión?
La muñeca, siendo un grupo articular muy sensible, puede dañarse por realizar posturas o movimientos forzados durante un tiempo importante. ¿Quién no ha oído hablar del síndrome del túnel carpiano?
Valorar si estos movimientos son forzados, no es fácil de identificar y requiere un entrenamiento y experiencia importante.
Todas las pausas no son recuperación
Las interrupciones del trabajo productivo pueden ser periodos de recuperación para las extremidades superiores, ya sea por pausas establecidas o por tiempos de espera durante el proceso productivo.
Evidentemente, cuantos más periodos de recuperación haya durante la jornada laboral, menor será el riesgo de desarrollar un trastorno musculoesquelético.
Pero no todas las pausas se pueden considerar periodos de recuperación de las extremidades superiores. Su efectividad depende de su duración y del instante de la jornada en el que se realiza.
Penalizar las posturas adoptadas por el codo
El codo se afecta principalmente por el movimiento forzado, no tanto por la postura adoptada. Movimientos amplios de flexo-extensión o movimientos amplios de prono-supinación, pueden ser factores determinantes del riesgo. Pero esto es independiente de si se trabaja con una postura de X grados de flexión en el codo.
Realizar la evaluación del riesgo de cada articulación
Una práctica que también nos hemos encontrado es que se obtiene índices de riesgo para cada articulación, es decir, un nivel de riesgo para el hombro, otro para el codo y otro para la muñeca. No es posible aislar el uso al que se somete cada articulación. Cinemáticamente están muy conectadas.
La evaluación, y por tanto, el índice de riesgo se deben asociar a toda la extremidad superior, no a una articulación.
Evaluar el riesgo ergonómico a partir de una foto
Para evaluar el riesgo de las extremidades superiores se debe considerar el uso dinámico y estático que se hace de ellas. Esta valoración no se puede hacer a partir de una fotografía, donde solo se observa una postura determinada en cada segmento articular.
Es necesario realizar la valoración de posturas y movimientos de cada articulación a partir del análisis de vídeos.
Utilizar una metodología de valoración de riesgos ergonómicos inadecuada
Como imaginamos que ya debes saber, el uso incorrecto de metodologías de valoración de riesgos, como por ejemplo el método RULA o el método REBA, está muy extendido.
Para evaluar de forma cuantitativa el riesgo por trabajo repetitivo, la metodología más adecuada, según está establecido en la normativa internacional, es el método OCRA.
Obviar la presencia de fuerza o no saber cómo valorarla
La obtención de la aplicación de fuerza en determinadas acciones o movimientos que se efectúan con las extremidades superiores, requiere la aplicación de un procedimiento de valoración: la escala de Borg.
¿Sabías que en muchos casos el evaluador por la dificultad que implica hacerlo bien, o por su intuición, “me parece que no hay fuerza”, no aplica este paso correctamente y se obvia en la evaluación?
Este factor es uno de los más penalizantes en el nivel de riesgo cuando está presente, además de ser un acelerador de la aparición de la patología musculoesquelética.
No definir el ciclo de análisis adecuadamente
El tiempo de análisis de cada tarea o tareas en un puesto de trabajo es indispensable para obtener un nivel preciso del riesgo. No basta con grabar o filmar un tiempo indefinido o mal acotado del trabajo y tomarlo como muestra.
Es necesario conocer muy bien cómo se conforma el ciclo de trabajo real y las acciones frecuenciales que pueden ocurrir cada 3 o 5 ciclos. Estas acciones también forman parte de la evaluación.
Cuando las tareas se desarrollan con ciclos muy largos (por ejemplo de más de 60 segundos) se puede caer en el error de dejar de lado acciones o movimientos que forman parte de ese ciclo real de trabajo.
Tomar una pequeña muestra como tiempo representativo
Cuando se trata de analizar tareas que no tienen ciclos de trabajo definidos (por ejemplo un almacén logístico o la reposición de productos en un supermercado), llamado trabajo semicíclico, no basta con filmar un minuto y hacer la evaluación, es necesario hacer un análisis más profundo y detallado de una muestra de mayor tiempo.
De esta forma, se podrá aproximar mejor la frecuencia de cada una de las operaciones y analizar esta variabilidad en el turno. Esto requiere un nivel más avanzado en la aplicación de la metodología OCRA si se quiere hacer correctamente.
Esperar precisión utilizando una metodología inadecuada
La metodología OCRA Checklist dispone de diferentes niveles de precisión. La más simple es la llamada miniOcra Checklist, y la de mayor precisión, OCRA Checklist de alta precisión.
Este último, como su nombre indica, es el que proporciona mayor precisión en el análisis, pero a veces no se utiliza por requerir un análisis más laborioso.
De ello y sobre cómo utilizarlo, te hablaremos en próximos artículos.
Derivar la propuesta de intervención errónea
Frecuentemente, se cae en proponer intervenciones de rediseño que mejoren únicamente el factor de riesgo más evidente.
Pero en un puesto de trabajo con riesgo significativo, puede haber varios factores de riesgo que estén determinando una probabilidad excesiva de desarrollar trastornos musculoesqueléticos.
Así que una vez realizada una correcta evaluación cuantitativa del riesgo, se debe hacer un análisis inverso, para identificar cuáles son los factores de riesgo determinantes del riesgo, y definir las intervenciones que los mejoren.
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Hasta aquí este artículo que esperamos te haya aportado conocimiento útil sobre esta materia. Compártelo en tus redes sociales para que otros y otras puedan encontrarlo. Así mismo te invitamos a que añadas cualquier comentarios que consideres oportuno, o que te pongas en contacto con CENEA para solucionar dudas que puedas tener a la hora de evaluar estos riesgos en tu empresa.
Muy buen artículo.
Hola Mario,
muchas gracias por el feedback.
Recibe un cordial saludo
CENEA
Muy buen articulo.
Muchas gracias Iliana por tu comentario.
Un saludo
CENEA