La autoformación en ergonomía laboral a través de internet

 
Internet es una de las mejores creaciones del ser humano.

Allí puedes encontrar un sinfín de información, en diferentes formas y formatos, y cada vez son más el número de profesionales dedicados al sector de la ergonomía y salud laboral que, motivados por la gran cantidad de información que les ofrece la red, deciden caer en el error de autoformarse en Ergonomía Laboral a través de Internet.

Es tal la avalancha de profesionales de empresas del sector de la Ergonomía (consultores principalmente), de la Prevención de Riesgos Laborales (aseguradoras), así como de responsables de este área en grandes empresas, que optan por la autoformación a través de internet, que este fenómeno ha acabado creando el neologismo “ErgoGoogle” (término creado por nosotros).

¿Qué es el ErgoGoogle?

 
El ErgoGoogle es la práctica de autoformarse en ergonomía a través de Internet sin aplicar ningún tipo de criterio riguroso o fiable.

Como te puedes imaginar, esta es una práctica que supone un importante riesgo. En el caso de aplicar los conocimientos adquiridos, las soluciones implementadas tienen un alto porcentaje no sólo de no solucionar problemas, sino de empeorar situaciones empresariales.

Suele comenzar con una inocente búsqueda en Internet de la cadena de palabras “métodos de evaluación de riesgos ergonómicos”, por ejemplo, y suele acabar con un mal diagnóstico del problema ergonómico a solucionar.

¿Qué peligros comporta el ErgoGoogle y autoformarse en Internet?

La ergonomía laboral es una disciplina relativamente joven.

En los últimos 20 años se han publicado muchos criterios orientativos, métodos, especificaciones cuantitativas… para identificar, evaluar y diagnosticar los riesgos laborales y los problemas de ergonomía en el trabajo.

Debido a su juventud y a que algunas de las informaciones difundidas, en apariencia, son simples y fáciles de entender, muchos profesionales se aventuran a aplicar métodos y soluciones sin tener los conocimientos previos que les permitan hacer una buena criba y selección de los métodos realmente adecuados y de sus protocolos.

Desgraciadamente, por ejemplo, suele ser muy común que la Metodología REBA se use, por los adeptos al credo del ErgoGoogle, como un método de evaluación de riesgos.

Pero, en realidad, como explican sus autoras, este método se usa exclusivamente para evaluar la eficacia de las intervenciones ergonómicas en trabajos de enfermería y poder determinar objetivamente las mejoras después de haber aplicado los protocolos correctos.

La autoformación solo genera falta de fiabilidad en los resultados obtenidos. El riesgo de caer en la subjetividad es elevadísimo si no se trabaja con responsabilidad y rigor científico.

Aunque parezca mentira, el ErgoGoogle empieza a ser una práctica más frecuente de lo que parece. Podemos encontrar “profesionales de la Ergonomía Laboral” en importantes empresas españolas y latino americanas (así nos ha pasado a nosotros cuando estas empresas nos contactan), que han optado por la autoformación, incluso en algunas consultorías especializadas en la prevención de riesgos laborales.

Más información aquí del Máster en Ergonomía Laboral por videoconferencia

¿Cómo detectarlo?

El equipo de consultores de Ergonomía para empresas de CENEA, hemos visto casos en los que prestigiosas empresas se han dejado aconsejar por profesionales mal autoformados.

Como consecuencia han malgastado millones de dólares y euros en aplicar metodologías erróneas que han supuesto resultados negativos en la salud laboral de sus trabajadores (entre otras cosas). En el mejor de los casos, las soluciones ergonómicas aplicadas han resultado ineficientes o irrelevantes.

Tienes que ser consciente que:

1. En tus manos está la salud de las personas.
2. La ergonomía debe ser objetiva y no subjetiva.
3. No todos los puestos de trabajo son iguales y, por lo tanto, cada uno de ellos precisa de un análisis concreto que varía según el momento del día, del mes, del año… no se puede evaluar a grosso modo.
4. La recogida de datos debe realizarse en vídeo (nunca usando foto fija), filmándose por lo menos el 20% de la actividad del trabajador o, en el caso de que sea cíclica, no menos de cinco ciclos de trabajo.
5. Raras veces la media aritmética es fiable.
6. Desconfía de los profesionales que se guíen por factores como la “altura media”, el “peso medio”, la “media de tiempo”… Guiarte por estos parámetros te llevará a subvalorar o sobrevalorar los riesgos.
7. La autoconfianza no siempre es buena; uno debe cerciorarse de que los conocimientos que posee son adecuados y están siempre al día: la formación (reglada) continua es importante.

¿Cómo evitarlo?

Debes trabajar con responsabilidad, profesionalidad y formarte correcta y constantemente con el objetivo de:

1. Utilizar adecuadamente la metodología apropiada, y tener los conocimientos técnicos y científicos óptimos.
2. Tener la información correcta para poder contactar y comunicarte con los profesionales adecuados, y saber detectar a tiempo los que se han autoformado usando el ErgoGoogle.
3. Saber entender los presupuestos que estos profesionales “asesores especializados” te facilitan, para no caer en la trampa de “el precio más barato”.
4. Invertir tiempo en formación en Ergonomía laboral reglada y de calidad.

Este último punto es de vital importancia.

La agilidad y los conocimientos óptimos para la buena gestión de los métodos y soluciones de Ergonomía a problemáticas laborales en grandes empresas, solo te lo pueden transmitir profesionales experimentados, previamente formados con calidad y fiabilidad.

Como consultora de servicios de ergonomía laboral y empresa especializada en impartir cursos de ergonomía desde 1997, a modo de conclusión solo decirte, que no cesaremos de insistir en que la buena formación en Ergonomía es vital para mejorar la salud laboral de los trabajadores y la productividad de las empresas del siglo XXI.

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